En defensa del adoctrinamiento

Hoy en clase de Sociedad, Familia y Educación nos pedían encontrar 10 palabras relacionadas con la educación. Yo propuse "adoctrinamiento", y claro, esto llevó a tremendo debate sobre si educar conlleva, en cierta medida, adoctrinar. Me gustaría explorar este dilema.

Primero, ¿qué es adoctrinar? Se me ocurren dos conceptualizaciones razonables para el adoctrinamiento, las cuáles llamaré "soft" y "hard". Vamos a verlas.

Adoctrinamiento soft: enseñar algo como verdadero, sin enseñar por qué es verdadero. Y, si te preguntan por qué, responder algo del estilo de "porque sí".

Si esto es lo que entendemos por adoctrinamiento, me temo que el adoctrinamiento es necesario en la educación. Si un discente pregunta continuamente el porqué de algo, no podemos responder infinitamente a esas preguntas. A la hora de defender una cierta proposición, tenemos que apelar a otras proposiciones, que a su vez estarán sustentadas en otras proposiciones, etc. Suponiendo que este proceso no continúa ad infinitum, y que no estamos razonando circularmente, necesariamente llegamos a una o varias proposiciones que, sencillamente, no podemos defender mediante un argumento racional. Son proposiciones que aceptamos "porque sí". Y naturalmente, no podemos dar una justificación racional de ellas a nuestros discentes. Este problema es conocido por los filósofos como el trilema de Agrippa. Pero quizás llamar a esto adoctrinamiento es exagerado dadas las connotaciones negativas que tiene esa palabra. Quizás la siguiente definición se acerca más a lo que solemos entender por adoctrinar.

Adoctrinamiento hard: enseñar algo como verdadero, y coercionar a los discentes para que lo acepten como verdadero.

¿Es este tipo de adoctrinamiento necesario para educar? Bueno, yo no diría que es imposible educar sin coerción, pero sí que diría dos cosas.

En primer lugar, en la práctica, es extremadamente difícil que los alumnos no estén altamente coercionados a adoptar ciertas normas de conducta y ciertos valores. La sociedad exige que se acepten los valores predominantes, y a un discente que no acepte esos valores se le ejerce una cantidad enorme de presión por ello. Por ejemplo, un niño que no respete la autonomía corporal de los demás y vaya tocando a todo el mundo cuando le de la gana. No solo le van a mirar mal, sus educadores acabarán castigándole si esa conducta perdura. E incluso si esos educadores están completamente en contra de los castigos y se niegan a implementarlos, la sociedad sigue ejerciendo su presión. Si ese niño crece sin aprender a respetar la autonomía corporal de los demás, le acabarán metiendo en la cárcel por acoso. En la práctica, es prácticamente inevitable que la educación vaya acompañada de una enorme coerción por parte de la sociedad.

Y en segundo lugar, ¿de verdad es este tipo de adoctrinamiento tan malo? En el ejemplo anterior, ¿es tan terrible que se castigue al niño para que sus compañeros no tengan que sufrir su acoso? Se supone que el adoctrinamiento es algo terrible e injustificable, no algo que se pueda excusar como un mal menor.

Algunos/as me han dicho que no es adoctrinamiento si se está educando en base a los derechos humanos. Mientras que, por ejemplo, cuando a una niña en un país musulmán la enseñan con coerción que debe someterse a los hombres, eso sí es adoctrinamiento. O sea, que es adoctrinamiento cuando se enseñan los valores o comportamientos que a mí o a mi sociedad no le gustan. Esto es claramente una falacia de apelación especial.

En resumen: creo que el término "adoctrinamiento" debería perder su connotación negativa y ser aceptado como una realidad inevitable, y a veces deseable, en la educación.

¿Pero nos estás diciendo que está igual de bien cuando los musulmanes enseñan a las mujeres a ser sumisas que cuando nosotros enseñamos a nuestros niños a respetar a los demás?

No, no estoy diciendo eso. Solo estoy diciendo que es adoctrinamiento en ambos casos. Si es bueno o no es una cuestión diferente.

Comentarios

  1. Gracias por publicar el resumen del debate. XD
    Lo que también estaría bien es no juzgar ni etiquetar las opiniones y acciones de los demás. Estamos continuamente clasificando y siendo clasificados. Ya no sólo por aquello de la libertad de expresión, si no porque no estamos yendo más allá, no miramos la intención. En general, no deseamos el mal ni para nosotros ni para los demás. Podemos no estar de acuerdo, pero enriquece más ahondar en un debate para intercambiar puntos de vista para crecer todos, que juzgar y enfrentarnos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto. Los mejores debates son los que se hacen para entender al otro/a, no para "vencerle".

      Eliminar
  2. Wow, me ha encantado tu post, muy interesante!!!

    Y por abrir y seguir un poco con el debate, respondiendo a la pregunta "¿de verdad es este tipo de adoctrinamiento tan malo? " yo digo que depende. Estoy de acuerdo contigo en que al final es necesario para educar, pero, si nos acomodamos en ese adoctrinamiento que nos viene impuesto (por presión social, por nuestros educadores, etc.) ¿No estamos renunciando también a la importancia de ser críticos, de tener un pensamiento propio y de no aceptar de buenas a primeras lo que nos imponen?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El problema es que el adoctrinamiento no solo lo hace el profesor, sino también la sociedad en su conjunto. Por mucho que te esfuerces en no cohercuonar a tus discentes, la sociedad lo va a hacer quieras o no

      Eliminar
  3. El problema del adoctrinamiento, es lo peyorativo que se sobre entiende. Bajo mi punto de vista, estas hablando de transmitir valores. La diferencia está, cuando éstos valores son socialmente aceptados o no. En este último caso se cae en adoctrinamiento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. O sea, en una sociedad totalitaria donde lo socialmente aceptado sea ser obediente y no criticar al estado, si yo enseño a mis alumnos el pensamiento crítico, ¿les estoy adoctrinando?

      Eliminar
    2. Depende, la autoridad autoritaria (valga la redundancia) lo verá como adoctrinamiento, en mi caso entiendo que simplemente estás educando y transmitiendo un valor que debes transmitir, fomentándoles una libertad de pensamiento.

      Eliminar
  4. Hola!!! Me ha encantado la reflexión Nicolás. Llara me recomendó la entrada y no se equivocaba.
    Quería comentarte por qué piensas que muchos por qué(s) no llevan a ningún lado. En filosofía, se habla mucho del diálogo socrático, donde Sócrates hablaba con los paisanos griegos. A grosso modo lo puedo explicar así: el maestro mediante preguntas te hace llegar a una idea, lo que no sé es si el maestro te acompaña a que tu descubras algo o quizá te lleva al sitio donde él quiere llevarte. Supongo que eso depende de cada profesor.
    Y también quería preguntarte si el adoctrinamiento que tu comentas se acaba en algún punto de la educación del estudiante, por ejemplo cuando comienza a tener pensamiento crítico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, con respecto a lo primero, es un poco lo que explico en la entrada. No podemos tener una cadena de porqués infinita, en algún punto tiene que parar. Eso no quiere decir que no lleven a nada, simplemente eso, que no se puede conjurar la justificación racional de la nada. Y no, no creo que el adoctrinamiento se acabe nunca estrictamente hablando, aunque la coerción se vuelve más pequeña según tenemos más control sobre nuestras propias vidas.

      Eliminar
  5. Buenas Nicolás, lo primero quería felicitarte, me parece muy buena entrada.
    Me gustaría enriquecer algo el debate presentando un contrargumento al trilema de Agripa (que sirve como premisa al adoctrinamiento soft, como indicas), aunque no me distancio mucho de su pensamiento (soy consciente del gran debate que hay en filosofía en torno a la existencia o no de enunciados protocolares, ya sea en cuanto a su arbitrariedad, su naturaleza, su composición ... etc). Ahí va el contrargumento: ¿Cómo justificarías que el trilema de Agripa es verdadero?
    El problema casi se autorrefuta.
    Si suponemos que es verdad lo que dice Agripa, no se puede demostrar porque es verdadero el trilema de Agripa; por las siguientes razones: 1) o incurrimos en en un circulo 2) o en ad infinitum o 3) o llegamos a la primera proposición que establece la veracidad del trilema de agrippa y esta proposición no podemos justificarla racionalmente; luego el trilema de Agrippa no tiene una justificación racional, luego no hay razón para pensar que es verdadero. Si es verdadero el trilema de Agripa, entonces, según el propio trilema de Agripa, no es verdadero el trilema de Agripa o no es demostrable o no se puede justificar racionalmente la creencia en su veracidad.
    ¿Aceptarías o no alguna de estas conclusiones?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, parece que asumes en tu razonamiento, que si el trilema de Agripa es verdadero, no podemos tener justificación de ninguna creencia. Los fundacionalistas por ejemplo, no estarían de acuerdo, y podrían decir que el trilema de Agripa es verdadero, pero que podemos tener justificación de nuestras creencias, incluida la creencia de que el trilema es correcto.

      Pero yo lo que diría es que efectivamente el trilema pone en duda todas nuestras creencias, incluida la creencia de que el trilema es verdadero. Pero no veo esto como un problema para el trilema. Porque el trilema destruye la justificación de nuestras creencias, pero una vez nos damos cuenta de que la creencia de que el trilema es correcto tampoco está justificada, ¡esto no nos devuelve mágicamente la justificación en el resto de creencias que teníamos! Esto lo contaba mejor Kane B hace poco en un vídeo (aunque en un contexto ligeramente distinto): https://youtu.be/FFaOUX9PjPg?si=T4SHJhncJ_kujTap&t=1941

      Eliminar
  6. Con respecto a los primero, depende de como entiendas el fundacionalismo, si el fundacionalismo consiste en que todo tu sistema de creencias parte de verdades evidentes e incorregibles (como diría Descartes, ciertas e indubitables), es posible que se sea compatible con el trilema de Agripa porque esa serie de verdades ciertas e indubitables no tiene justificación o no han de ser justificadas (punto 3, en la justificación nos detenemos en una serie de creencias dogmáticas injustificadas) que sirven como base para justificar el resto de nuestras creencias. No obstante, el propio Agrippa (como buen escéptico) cuestiona directamente la creencia en estas "verdades", de hecho, cuestiona la existencia de la verdad, en general.
    Quizá he utilizado el verbo "autorrefutar" que es demasiado rígido, pero he incluido "casi" por eso mismo que comentas. En efecto, que no este justificado el trilema no implica que el resto de nuestras creencias estén "magicamente" justificadas (esto también se aduce contra el argumento del sueño) pero tampoco implica que el trilema sea verdadero porque el mismo trilema no esta justificado y si quisiéramos justificarlo, según el trilema, caeríamos en ad infinitum, circulo vicioso, o en una serie de creencias que no requieren de justificación , de nuevo, según enuncia el propio trilema; el trilema, entonces, afirma de si mismo su propia indemostrabilidad. El trilema, en definitiva, no esta libre de problemas de autoreferencia. Muy buena aportación la del video, gracias.

    ResponderEliminar
  7. Que buena entrada, Nicolás! Has captado la atención de muchas personas. Este tema me parece super interesante y de hecho, recuerdo un debate muy interesante sobre la buena y la mala educación, el adoctrinamiento y la instrucción. Yo defiendo que la educación solo se puede entender cuando hay una transmisión de valores de una(s) persona(s) a otra(s). Si se presenta como verdad absoluta, sí, es adoctrinamiento. El debate es.. consideramos educación si el valor que se transmite es contrario a los derechos humanos? Existe la mala educación?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo diría que sí, existe la mala educación. Solo por que se transmitan valores que no nos gustan no significa que no sea educación!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Introducción al Demonio de Maxwell

Top 5 blogs de educación